Vangelis - Rosetta

El nombre de Vangelis se haya tan indisolublemente unido a la exploración espacial, que no sorprende que el artista griego tenga dedicado un asteroide, que pasó de llamarse 1934 GA a Vangelis, en 1.995, gracias a la iniciativa del astrónomo norteamericano G. V. Williams. Debe ser extraño saber que hay una roca girando en el cinturón de asteroides a 300 millones de kilómetros que lleva tu nombre. Sobre todo, es un reconocimiento más que merecido, no solo por sus muchos trabajos relacionados con la aventura espacial, sino por la inspiración que el músico griego ha provocado en muchos científicos. A su vez, Vangelis se ha inspirado en muchas ocasiones en la ciencia y la astronomía. Por citar un solo ejemplo, quince años antes de publicar el álbum que hoy nos ocupa, Vangelis había publicado Mythodea, música para la misión de la NASA de 2.001, que lanzó la nave Odissey a explorar el planeta Marte. Después estuvo década y media sin publicar nuevas composiciones, hasta 2.016, año en que Decca Records publica Rosetta, un largamente esperado nuevo álbum de Vangelis. Mientras escribo esta reseña me doy cuenta de que en el Búnker hay un espacio vacío que debía ser ocupado por este bello trabajo, y me dispongo a llenarlo.

El germen de este trabajo fue una videoconferencia que Vangelis tuvo con el astronauta André Kuipers, de la Agencia Espacial Europea (ESA), mientras éste último estaba en la Estación Espacial Internacional. De esta conversación sacó Vangelis la idea de crear la música para la misión espacial de la ESA llamada Rosetta, una sonda espacial lanzada en marzo de 2.004 que tuvo como objetivo orbitar el asteroide 67P/Chiriumov-Gueramisenko para estudiar sus características. Contenía el módulo de aterrizaje Philae, que aterrizó en el objeto espacial para tomar muestras. A pesar de los problemas técnicos, esta misión de la ESA constituyó un gran éxito y un hito en la carrera espacial de la Agencia Europea. El álbum Rosetta podría considerarse una auténtica banda sonora de esta odisea. Vangelis tiene una extraordinaria capacidad de captar la épica de las historias que narra musicalmente, y una no menos poderosa forma de imbuir al oyente en su aventura. La producción y el sonido del disco son absolutamente espectaculares: asombra la calidad sonora del trabajo, la delicadeza en los detalles, la pureza del sonido, el equilibrio total de la música. 

La introducción del disco es un tanto oscura, hasta que una fanfarria anuncia el comienzo de esta epopeya: Origins, el tema inicial, es toda una incursión en el tema que vertebra el trabajo. La música es solemne, poderosa. Es el comienzo de un viaje de millones de kilómetros a través del vacío cósmico, y la atmósfera nos prepara para ello. Startuff comienza con una introducción profunda, tranquila, salpicada de un precioso efecto digital. Lentamente, la música se abre y da paso a un hermoso pasaje, muy propio de Vangelis y sus odiseas espaciales, cercana a otros trabajos de una manera muy poética, como Heaven and Hell o Ignacio, un tema muy bonito, que nunca pierde su aire ligero. Infinitude, último tema de la primera parte de la obra - Rosetta está dividida en cuatro secciones conceptuales - parte con una melodía muy inspirada que fluye entre un paisaje de drones... el piano se vuelve ágil entre los ecos y transporta la melodía con mucha eficacia.

Starstuff

La segunda sección comienza con Exo-Génesis, un tema que recuerda aspectos de Ignacio, rápidas secuencias apoyadas con instrumentos de percusión. El piano toma ahora sus matices más clásicos, la melodía es sombría y solemne, es sin duda un pasaje muy orquestal que recuerda en algunos momentos a los grandes maestros de la clásica como Beethoven, hay influencias muy clásicas aquí. Celestial Whispers sigue con un ambiente dulce y tranquilo, con una estructura influida sin duda por adagios barrocos. La suavidad se rompe con el siguiente tema, Albedo 0,06: una secuencia muy electrónica sostiene una fanfarria, la percusión aporta mucha gravedad al conjunto, la tensión aumenta, con sonidos similares a los metales Vangelis consigue retornar a la épica inicial. Con Sunlight concluye la segunda sección, a modo de epílogo muy ambiental. Un tema también muy sinfónico, con las cuerdas como protagonistas que va en crescendo hasta alcanzar cotas muy emotivas, emergiendo hasta convertirse en un himno vibrante y poderoso.

Exo-Genesis


Si éste fuera un álbum mainstream y hubieramos de extraer un sencillo, seguramente elegiríamos Rosetta como el tema más característico. Sin duda tiene un motivo melódico muy inspirado (regresamos aquí a su álbum Ignacio, muy presente en Rosetta -, su corte clásico y romántico es muy emocionante y de una gran elegancia, va avanzando de manera parsimoniosa, realmente es música muy inspirada. Continúa con Philae Descent, que describe el descenso del aterrizador en el asteroide. La música se vuelve dramática, tensa, muy cinemática, subraya el momento culminante de la misión, repleto de peligros, con rápidas secuencias y explorando al máximo la tonalidad musical. Mission Accomplie (Rosetta's Waltz) es otro himno con el que justamente Vangelis, en los créditos del álbum, agradece el trabajo a todas las personas que contribuyeron a la gesta de la misión de la ESA. Decididamente este sería otro sencillo del álbum, por su grácil melodía, con tintes de triunfo, su majestuosidad sin excesos, muy contenida, con un espíritu muy similar a los títulos de Carros de Fuego

   
Rosetta

Perihelion es el inicio de la cuarta y última sección del álbum, donde las secuencias electrónicas vuelven a tomar las riendas en un ambiente dramático y acelerado, después detiene toda la tensión y las cuerdas bordan un interludio muy orquestal... hasta que retoma el tema inicial electrónico, en un ejercicio de contrastes muy interesante. Elegy es un tema grave y solemne al estilo barroco y clásico, de nuevo las influencias clásicas muy presentes en este trabajo del músico griego, un hermoso pasaje, sin duda. Return to the Void, el tema final, sirve como epílogo de esta epopeya neoclásica, es como un remanso de paz al final, un tema medidativo y ambiental, dominado por los sonidos electrónicos que va perdiendose poco a poco, en la lejanía, hasta desaparecer por completo. Te quedas unos momentos en silencio, reflexionando sobre los cincuenta minutos de música que acabas de escuchar. Un trabajo muy impresionante, que podría considerarse neoclásico por sus formas y estructuras, y por su espíritu global. Un magnífico álbum. Espero haber rellenado el vacío que quedaba por completar.


Mission Accomplie (Rosetta's Waltz)

Comentarios

  1. Nada nada ese disco es un PLOMO!!! A Vangelis se le olvido como hacer musica, No recuerda 1492?? o Heaven and Hell??

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    1. Bueno, está claro que en los últimos años, Vangelis siguió un camino más orientado a la música neoclásica... No cabe duda de que Heaven and Hell o 1492 son obras maestras. Personalmente, me gusta más su época de los 70. Pero me parece que este disco merece su atención, para gustos, los colores, claro! Muchas gracias por tu comentario, Andrés...

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