Música New Age y la Madre Tierra

Pues así, con este título tan espectacular, vamos a detenernos por un rato en ciertos trabajos que los compositores New-Age han dedicado a la Madre Tierra. Distintas formas de acercarse a nuestro planeta a través de discos conceptuales, ya que la música New-Age también ofrece este tipo de trabajos. Los fundamentos de esta corriente musical, tantas veces cercana al ecologismo y a las filosofías que postulan una conciencia colectiva más acorde con el respeto a la Naturaleza, han dado como fruto apreciables músicas, inspiradas en este maltrecho planeta que nos da cobijo. Algunos compositores se han inspirado en los océanos; otros, en las montañas, otros han ascendido a la estratosfera, algunos bajaron a las profundidades del mar... hablamos de discos considerados como un "todo", con el propósito de agrupar en su extensión músicas que desarrollen un mensaje, nada que ver con las grabaciones de biomúsica (ya sabeis, pajaritos y delfines). Acompañadme en este viaje por las latitudes del planeta...


Casi cuarenta años lleva trabajando Hector Zazou como un reputado compositor, productor y teclista, bien en solitario, bien en compañía de una pléyade de reconocidos artistas. En 1.995 publica Songs from the Cold Seas, álbum conceptual que representó un punto de inflexión en su carrera. Este relajante y meditativo álbum recoge una decena de canciones tradicionales de los mares del norte, más una composición original. Corresponde al metódico trabajo de Zazou en un viaje que le llevó a recorrer regiones cercanas al Artico - Islandia, Alaska, Canadá, Escandinavia, etc - con el fin de recopilar temas tradicionales procedentes de sociedades como los Ainu, los Inuits o los Yakuts, entre otras etnias. Tuvo la suerte de contar con plena libertad para producir este proyecto - libertad concedida y amparada por el sello Sony Music - que cuenta de nuevo con colaboraciones como Suzanne Vega, John Cale, Siouxsie (sí, sí, la misma de los Banshees) y Bjork (tan sobrevalorada como siempre). Canciones del polo norte, con un toque ambient, en un trabajo muy interesante del prolífico músico  francés.




Este teclista canadiense nos propone un viaje en el tiempo, nada menos que hacia la prehistoria terráquea, cuando los continentes no existían y en su lugar había sólo una enorme masa de tierra, conocida como Pangea, la tierra de la que nacieron nuestros continentes. Interesante y original punto de partida para un apreciable disco, publicado en 1.991 bajo el propio sello del artista, Oasis Productions Ltd. De la mano de Bacchus viajamos por paisajes con nombres de leyenda: Pangaea, Gondwana, Laurasia, Panthalassa... Fundamenta la música en los sintetizadores, pero también los acompaña de instrumentos procedentes de todo el mundo, como si de una metáfora del tiempo se tratara: gongs javaneses, shakuhashi, santur, tabla, junto con otros occidentales como el oboe y la flauta, todo ello aliñado con sonidos ambientales de pájaros y océanos, hasta construir una exótica atmósfera, llena de delicadeza y evocación. 

Stephen Bacchus - Music for the Morning of the World




No podemos pasar por alto este álbum de Paul Winter, auténtico homenaje al planeta Tierra, un álbum en el que la diversidad musical y natural se lleva hasta sus máximas consecuencias. No sólo emplea voces humanas e instrumentos procedentes de todos los rincones, además emplea sonidos animales (fueran audibles para el humano, o no) que completan este álbum conceptual, un encargo para la celebración del 20 Aniversario del Día de la Tierra, una jornada que intenta hacernos recordar la importancia de los ecosistemas y la fragilidad del medio ambiente. Paul Winter contó con la colaboración de 18 artistas de todo el mundo. Asimismo, Earth, Voices of a Planet es una amalgama de estilos musicales, interpretados bajo la óptica del saxofonista norteamericano, que nos lleva de viaje por la geografía terrestre, con su elegancia y lirismo habituales. 




Algo anterior es este álbum del guitarrista y compositor norteamericano Jim Bartz. Un álbum no muy conocido de un músico no especialmente popular, a pesar de tener una gran calidad. Jim Bartz aglutina en este álbum las más variadas influencias, desde el space rock al progresivo, toques de jazz y música espacial, todo ello bajo un prisma futurista, un trabajo muy bien producido y muy apreciado por los amantes de la música New-Age que buscan transpasar los parámetros habituales de este estilo. Jim Bartz nos propone un viaje a la estratosfera, donde podemos percibir la fragilidad de nuestro planeta, como una pálida y azul bola suspendida en el espacio. Nueve temas primorosamente interpretados, gran riqueza en los sonidos. Actualmente dedicado a promocionar instrumentos electrónicos de su invención, Jim Bartz ha permanecido como un oscuro artista, pero digno de conocer, si bien su discografía es escasa y difícil de encontrar...





Ya nos hemos referido en varias ocasiones a Oceanic, el excelente álbum publicado por Vangelis en 1.996, álbum conceptual dedicado a los océanos. Aquí, en el Búnker, tenemos una fantástica reseña de Irene Sanz, así que me remito a ella para ilustrar este gran trabajo del músico griego. Considerado por muchos de sus seguidores como una "decepción", por ser demasiado "New Age" - sin duda estas críticas fueron vertidas por los acérrimos seguidores de Vangelis en su faceta más característica, la música progresiva, acústica o electrónica. No obstante, con Oceanic, Vangelis ganó muchos adeptos más familiarizados con la música ambient y New-Age. Melodías inolvidables, atmósferas líquidas y arreglos plenamente armoniosos para una de las obras maestras de la década de los noventa, e incluso de la extensa discografía del compositor.





Diferente visión del mundo nos ofrece Kitaro en Kojiki, un hermoso álbum y, en mi opinión, uno de los mejores de este artista, que nos relata, a modo de álbum conceptual, la creación de la Tierra, a partir del caos, siguiendo las antiguas tradiciones místicas japonesas. A lo largo del disco, Kitaro nos cuenta como las deidades crean el mundo, con un enorme sentido de la narración y de la epopeya. Alejado de las atmósferas meditativas y los sonidos cósmicos, Kitaro se atiene más al dramatismo, a la composición, al objetivo de contar la legendaria historia. De las brumas del caos nacen las luces del orden, del Cosmos. Kitaro crea inolvidables páginas sonoras de un libro musical que se hojea con emoción, sabe transmitir la tensión donde el argumento requiere, o apaciguar la música cuando es necesario, acompañándose de una orquesta. Todo un homenaje a los orígenes de su cultura, pero también una visión del mundo y todo lo que contiene. Especialmente bellos son sus diez primeros minutos en los que el huevo cósmico eclosiona. Una obra imprescindible en la trayectoria del músico japonés.





Más ambiental y etéreo es el álbum Mountains, de Thom Brennan, fiel a su estilo. Considerado por muchos uno de sus mejores álbumes, Mountains es, como su nombre indica, un álbum dedicado a las montañas del planeta Tierra. Afín a las piezas contemplativas de John Serrie o Steve Roach (el propio Roach colabora con Brennan en este álbum), la música de Thom Brennan casi carece de ritmos en este trabajo, y consiste en capas y capas de sintetizadores que se extienden en el tiempo, sin contornos, creando música relajante y muy apta para la meditación. Y en concreto, Mountains evoca la belleza de estas construcciones naturales a través de bonitos sonidos sintéticos, etéreos. Un disco altamente recomendable para los amantes de la música ambient, tomada en sí misma como su propio significado: crea un ambiente, relaja e induce a la contemplación, con la mente puesta en las montañas del mundo.




Comentarios

  1. Qué genial artículo, Mr. Crow!!!!! Es un top de discos de New Age muy bueno!! Ya sabes lo que opino de algunos de ellos, en especial del Oceanic de Vangelis, le tengo -aunque parezca mentira dada mi sempiterna aversión hacia este músico- un especial cariño. Otros trabajos son igualmente fantásticos. Thom Brennan me gusta bastante de entre los que mencionas :)

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