Alan Parsons Project: Tales of Mystery and Imagination (Deluxe Edition)



"Sombras de sombras mueren. Es ahora 1.831, y como siempre estoy absorto en un delicado pensamiento. Es acerca de cómo la poesía tiene sensaciones indefinidas, para las que, en fin, la música es esencial. Puesto que la comprensión del dulce sonido es nuestra concepción más indefinida, la música, cuando es combinada con una idea placentera, es poesía. La música sin una idea es simplemente música. Sin música o ninguna idea interesante, el color se vuelve pálido, el hombre se transforma en el cadáver de un animal, el hogar se convierte en catacumba, y los muertos están, por un momento, inmóviles."

No puedo imaginar mejor forma de expresar el espíritu de este álbum que con estas palabras, contenidas en The Fall of the House of Usher, uno de los temas más impactantes de este fenomenal disco: Tales of Mystery and Imagination. Y, además, si son pronunciadas por Orson Welles, acompañadas de un drone misterioso, el resultado es, para mí, escalofriante.

Es toda una experiencia escuchar este álbum e incluso me atrevería a decir que esta sensación responde a algo totalmente premeditado por parte de sus creadores, Alan Parsons y Eric Woolfson. El primero poseía una brillante carrera como ingeniero de sonido cuando se embarcó en este proyecto. Eric Woolfson era un compositor y pianista, (fallecido recientemente), antiguo aspirante a contable, que ya había trabajado con gente como Jimmy Page o John Paul Jones antes de cruzarse con Parsons, que había quedado impresionado por sus dotes compositivas. Escogieron una serie de relatos de terror del escritor Edgar Allan Poe para este primer álbum, considerado por la crítica y el público en un rango entre "esencial" y "excelente", que no es decir poco, en aquella época de obras maestras.

Es cierto que, a su publicación en 1.976, no tuvo una masiva acogida por parte del público, tal vez por exigir del oyente un avanzado nivel cultural y un refinado gusto musical; esto fue muy apreciado en cambio por la crítica, que sí fue capaz de valorar el trabajo en su justa medida; lo que vendría después - me refiero a la carrera de la banda - no haría sino confirmar esa primera impresión. Para reseñar este álbum, he escogido la edición "Deluxe", publicada en 2.007. No por la calidad del audio (el álbum original de los setenta tenía ya un impresionante sonido, muy destacable en aquella época, y aún hoy suena maravillosamente, mucho mejor que unos cuantos actuales), sino porque contiene material extra muy interesante.

Portada Alternativa, 1.976
Inolvidable es la introducción de este álbum, A Dream within a Dream, con otro recitado de Orson Welles... Una atmosférica introducción, un hipnótico bajo y una sólida línea de batería... es curioso apreciar que este primer tema debut de la banda es todo un manifiesto acerca del sonido que desarrollaron, no solamente en este disco, sino en los que vendrán después. The Raven, uno de las canciones más populares del álbum, está en parte cantada a través de un vocoder por el propio Alan Parsons, y continúa la línea tan impactante, gracias sobre todo a la cristalina voz solista de Leonard Whiting, pero también gracias al Projectron, un teclado analógico similar al Mellotron - igual que este, funcionaba a base de cintas magnetofónicas -, que imita en este caso el sonido de cobres orquestales en un efecto muy característico y distintivo de esta banda. 

Otro de los platos fuertes del álbum es The Tell-tale Heart, canción basada, precisamente, en El Corazón Acusador, de Poe. Tema poderoso, lleno de energía, alimentado por la ronca voz de Arthur Brown... un escueto pero pegadizo riff de guitarra y un intermedio orquestal pausado para un tema redondo, lleno de contrastes y vitalidad. The Cask of Amontillado encaja en la mejor tradición del rock sinfónico de la época, con majestuosos arreglos para cuerdas... (Alan Parsons Project no es fácilmente encasillable en el progresivo puro, sino que está más cerca del sinfónico, con grandes dosis de pop). De nuevo el Projectron dando fuerza a la música, acompañando a una melodía brillante, elegante y plenamente rock, si bien en esta canción se aprecia el influjo de Lennon y McCartney (ecos de She's Leaving Home, ¿reminiscencias de Abbey Road?).




(The System Of) Dr. Tarr and Professor Fether es decididamente pop, fresca, cantada a dúo por John Miles y Jack Harris, con una introducción brillante de la guitarra y un impactante arreglo para órgano... los teclados tienen una parte muy importante en este tema, que después de tantos años sigue sonando actual. Los siguientes minutos cambian radicalmente el estilo.


Alan Parsons, en el estudio (1.976)
The Fall of the House of Usher es una mini-suite, orquestada por el arreglista Andrew Powell (quien, por cierto, publicaría algo después un apreciable álbum con versiones orquestales de la banda). Se trata, básicamente, de una adaptación realizada sobre una partitura homónima que el compositor francés Claude Debussy dejó inacabada en uno de sus genuinos raptos de inconformismo con su propia obra. Y es todo un acierto la inclusión de esta obra, digamos que era otro aliciente más para el oyente, a quien - otra vez- se le presupone culto, pues la partitura original es una auténtica rareza, incluso para los más avezados consumidores de la música del genial francés. Todavía no ha concluido la parte orquestal cuando el bajo entra en escena con un ritmo insistente... sonido de truenos y de nuevo vuelve la maquinaria de la banda con una sección muy atmosférica, a base de órganos y cintas magnetofónicas. La penúltima parte de esta pieza, Pavane, es uno de los típicos temas instrumentales de la factoría Parsons-Woolfson. La única mancha de este tema - y en mi opinión, del álbum entero - es el final de esta pieza, una partitura para orquesta caótica, cacofónica y chirriante, muy al estilo de la vanguardia atonal de aquel entonces, un efecto que no ha aguantado demasiado bien el paso del tiempo...

Por suerte, la belleza retorna en la absolutamente deliciosa To One in Paradise, balada acústica interpretada por Terry Sylvester, suave y melódica, el final perfecto para un disco legendario. Un precioso tema, sin duda, equilibrado como todo el álbum, tal vez algo distinto en su concepción comparándolo con el resto del trabajo, pero memorable por su delicadeza, su elegancia y su perfecto sonido.



Alan Parsons Project - To One in Paradise

La edición Deluxe de 2.007 contiene interesante material extra: entrevistas, demos y rarezas experimentales... escuchemos Edgar, uno de los títulos que finalmente no pasó de ser una simple muestra, y no llegó a publicarse en su momento.



Alan Parsons Project - Edgar


Comentarios

  1. Excelente tu crónica, amigo... The Alan Parsons Project tuvo un suceso inusitado aqui, en Argentina; entiendo que no en todos los lugares del mundo fue asi. Su difusión masiva comenzó en 1978, con el tema Yo Robot, que fue cortina de un conocido programa periodistico de TV.
    Posteriormente, Pirámide fue un must have; en aquella época yo tenia 14 años, y el Project fue mi banda del corazón, mucho más aún que Queen, Kiss, Supertramp y otros que en ese momento eran #1 por aquí.
    La verdad es que, despues de 1985, para mí, el Project perdió su esencia, especialmente con Stereotomy, que me parece francamente olvidable; pero la despedida oficial, con Gaudi, en 1988, fue una reivindicación: Un verdadero album conceptual, completo, que contiene el que es, para mí, casi el mejor tema de su producción, Inside Looking Out.
    Gracias por elegir a Alan Parsons y Eric Woolfson en tu blog.
    Abrazo!
    Roberto

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    1. Muchas gracias, Roberto... no sabía que APP había tenido tanto éxito en Argentina... en España siempre ha tenido éxito. Aquí pasó igual que en tu tierra, hasta la publicación de I Robot no tuvieron un éxito masivo. Realmente, los descubrí gracias a I Robot, y desde entonces soy un seguidor bastante asiduo, aunque con el tiempo, como dices, perdieron su esencia, o tal vez su propia dirección. Tales of mystery... me ha parecido fascinante, desde la primera vez que lo escuché...
      Un abrazo Roberto, y gracias por comentar!!!

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  2. Un disco apabullante, brutal, perfecto. Junto al The Turn O f A Friendly Card, el mejor de APP...pedazo de crónica, digna de ser publicada en cualquier revista seria de música.

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    1. Muchas gracias, Alvaro... suscribo lo que dices acerca del Tales, me parece mentira que aún hoy suene de esa manera tan perfecta!!! The Turn of a friendly card es otro pedazo de disco impresionante. Creo que, junto con I Robot y Ammonia Avenue (aunque éste sea más popero que otra cosa, eran los 80) son los mejores discos de APP. Alan Parsons, para mí uno de los mejores productores e ingenieros de la historia del Rock... gracias!!

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  3. Sin ninguna duda uno de los mejores musicos, productores y rockeros de toda la historia de la música.

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