Enya: Shepherd Moons


Por Irene Sanz Montero

Una artista como Enya ya resulta de lo más conocida en blogs y páginas web de todo el mundo, dedicados a la música New Age, y sin embargo, aun a pesar de los años transcurridos desde el lanzamiento de sus primeros discos, esta fantástica compositora irlandesa no deja de ocupar un hueco, por pequeño que sea, en los corazones de todos los amigos de las “nuevas músicas”.
El disco que se ha elegido para este blog en un tiempo tan idóneo como éste es el titulado Shepherd Moons, tercero de los trabajos de Enya, tras el afamado Watermark, y lanzado en el mes de noviembre del año 1991-hace exactamente veinte años-, cosechando un considerable éxito, habiendo logrado unas ventas que superaban la escalofriante cifra de trece millones de ejemplares en todo el mundo. Ya en el año 1993 ganó el premio Grammy al mejor disco de música New Age.
Este disco, de cuarenta y tres minutos que resultan de lo más cortos, consta de doce magníficas canciones que a cualquiera, mucho o poco, podrán sonarle, y en las que Enya vuelve a utilizar ese estilo suyo tan personal que varía desde la música New Age hasta la música celta, logrando una armonía melódica inigualable e inimitable.
Entre sus más famosas canciones está Book of Days, cuyo ritmo es inusualmente rápido, y su melodía resulta de lo más alegre y decidida. Puede que esta sea, junto con Orinoco Flow, del disco Watermark (1988), Only Time, del A Day without Rain, estrenado en el 2000, y Trains and Winter Rains, del disco And Winter Came, lanzado en noviembre del año 2008, las más populares que se conocen de esta compositora. Book of Days ha sido utilizada en varias ocasiones para multitud de eventos, trailers, anuncios de televisión…
Otra de las conocidas obras incluidas en el Shepherd Moons es Marble Halls, maravillosa adaptación de una canción tradicional, tranquila y calmada, donde Enya deja ver su talento a la hora de cantar, con esa voz suya tan particularmente dulce que a todos nos resulta familiar pero que nadie está dispuesto a censurar.
Sin embargo, no todas las canciones de este disco son en exceso conocidas. Tal es el caso de Afer Ventus, de preciosa y elaborada melodía donde una multitud de voces, familiarmente etéreas y suaves donde las haya, cantando en latín, se entremezclan y tejen de un modo armónico y perfecto.
Para finalizar, no podemos olvidarnos de Ángeles, quizá, una de las más dulces y -¿por qué no decirlo?- celestiales canciones con las que el Shepherd Moons cuenta. De nuevo la voz de Enya nos transporta a mundos maravillosos donde el tedio de la rutina no puede alcanzarnos.
En resumen, es un disco único, lleno de dulzura, invitando a la reflexión y a la armonía con uno mismo y el entorno, un disco para soñadores, para utópicos, y para idealistas.

(c) 2011 Irene Sanz Montero

Comentarios

  1. Muy buena reseña Irene, un disco que invita a la reflexión, la armonía, etc...

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  2. Repito: gracias, jejeje.

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  3. Gran reseña! Yo prefiero Watermark, pero Shepherd es un discazo. Comercialmente fue ella la que rompió las barreras del "New Age", en esa época yo trabajaba en Discoplay y gracias a estos discos teníamos una sección New Age a la altura de la de Metal.

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  4. Yo también prefiero "Watermark", pero sin duda Shepherd Moons es un disco buenísimo. Recuerdo la época de mayor auge de Enya, era impresionante que un estilo tan poco conocido (relativamente) estuviera sonando a todas horas en la radio, tv, etc. Como dices, Alvaro, rompió las barreras del new Age. Me imagino que trabajando en Disco Play te darías tus hartones de música, qué suerte, jajajaja!!

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  5. Muy buena reseña, Irene. Como de costumbre. Este disco, y alguno más, era de los que tenía grabados en cinta de cromo! Qué tiempos.
    Me gustan las canciones que has seleccionado.

    Highfire: Trabajabas en Discoplay???!!! Qué pasada. Yo era socio!!! Anda y que no he comprado discos, juegos de ordenador y chorradas varias!!! Jejeje

    Saludos desde las trincheras!!!

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  6. Sí, Watermark creo que es el disco paradigmático de Enya, después de ese creo que no hay otro más conocido. Recuerdo estar dándole la castaña a mi madre siendo un retaco para que me grabase el disco en una cinta de cassette. Se han usado sus temas hasta la saciedad, pero no importa, siguen siendo temazos.
    Gracias, Germán!!
    Por lo de Discoplay, pues ea, más en común!

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  7. La reseña está genial, invitadora, sugerente y, al mismo tiempo, dejando al lector la puerta abierta a su propia exploración. Totalmente de acuerdo con la excelencia de Watermark y Shepherds Moons, pero no puedo olvidarme de An Winter Came, criticado por algunos en su momento, pero uno de los trabajos más deliciosos de Enya. Al menos desde mi punto de vista. Irene, estupenda reseña, Felicidades y gracias, Mª Ángeles.

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  8. Resulta difícil decantarse por un disco de Enya en particular, ya que esta mujer brilló a una enorme altura durante aquellos años. También quisiera mencionar su primer disco, más oscuro y menos conocido, llamado "The Celts", que también es un gran disco, aunque no sea tan famoso...

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  9. Está fantástica la reseña, Irene, como viene siendo habitual. Es verdad que te suenan algunas de esas canciones pero sin haber reparado en quién las interpretaba, son muy bonitas. Totalmente de acuerdo con lo que comentas sobre Enya.

    Un saludín!

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  10. Hombre, Silvia: ya sé que tú no sueles escuchar música de este tipo, jejejeje, ya sabemos hacia dónde se te va el oído ;)
    Pero sí, son canciones muy famosas que en algún momento todo el mundo ha escuchado, estoy de acuerdo en eso!
    Oooohhh, "como viene siendo habitual", JAJAJAJA, eso se comenta por sí solo, ¡gracias!
    Un abrazo a todos, y gracias por comentar de nuevo, Silvy!!

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