Entrevista a JORGE GRUNDMAN


Jorge Grundman es, sin lugar a dudas, uno de los compositores más destacados del panorama español en la última década, tanto en formas clásicas como en las nuevas músicas. Artista admirado y reconocido por la belleza de sus obras, es también un decidido defensor de la música como medio de solidaridad con los más débiles. Abandonó su carrera musical en una importante discográfica para dedicarse por entero a "la música más emocional que pueda escribir", según sus palabras, y mediante distintas fundaciones, como Non Profit Music, conseguir fondos para ayudas humanitarias.
A pesar de que sus actividades le dejan poco tiempo libre, Jorge ha accedido amablemente a concedernos una entrevista, bastante jugosa, acerca de su carrera, su visión de la música y otras interesantes cuestiones. Agradezco mucho a Jorge su tiempo y su atención... Escuchemos varias de sus obras, todas ellas con el denominador común de una enorme sensibilidad, perfección técnica y melodías inspiradas, que crean un universo sonoro delicado y muy particular.

Página web de Jorge Grundman






1.- ¿Cómo y cuándo te iniciaste en el mundo de la música?

A los ocho años en el colegio con la flauta dulce. Fue entonces cuando empecé a curiosear con el piano y a los diez me enamoré del mismo. A los doce años compuse mi primera canción y a los catorce mi primera obra que fue una canción estilo “lieder” para un compañero que estudiaba canto. Entré en el conservatorio a los doce. Primero estudié solfeo y al año empecé con las clases de piano, si bien ya estaba haciendo las escalas del libro de Schmitt desde los diez gracias a mi tía que estudió piano, pero no era pianista. Mi infancia no fue todo lo feliz que supuse tenía que ser, y el piano me servía de refugio mental. Luego la escucha de música de manera continuada me ha acompañado el resto de mi vida. De todo tipo de música. Desde heavy hasta Richard Strauss, pasando por pop, ópera, flamenco, jazz, hip hop, trance, dance, música de cámara, instrumental, new age, sinfónica, lieder y todo lo que suponga una unión entre la melodía y el ritmo. Incluso si no hay melodía, pero tiene que haber transmisión de emociones.

2.- ¿Cuanto tienes de autodidacta?

La mitad. Primero estudié de forma académica, luego fui autodidacta y he terminado volviendo al estudio académico. La parte más difícil fue la armonía y el contrapunto, visto desde el lado autodidacta ya que sólo hay método y descubres que como no tengas ‘algo’ puedes hacer las cosas con herramientas, pero no con gracia. Es similar a enseñar a manejar el cincel, y saber como hay que esculpir. De ahí a imitar a Miguel Ángel o a Richard McDonald hay una gran diferencia. Seguramente algunos de los que lean estas líneas no sepan quien es McDonald. Simplemente diré que pocas veces he sentido emoción al ver una escultura. En concreto con ellos. Volviendo al tema creo que la formación autodidacta por sí sola no es suficiente, pero tampoco lo es la formación académica en sí mismo. Es necesario ver el mundo real y participar en él. Imagina aislar a un niño durante años y contarle todo lo que es el mundo, la humanidad, las cosas buenas y malas y luego hacerle salir a la calle. Ahora aisla a otro niño déjale en la calle y al cabo de los años intenta hablarle de la historia de la humanidad. Lo principal, es no estar aislado. Pero participar en ambos mundos.


Jorge Grundman - The girl with the stolen smile

3.- ¿Qué músicos te han influido más?

Si me dejas, en lugar de hablar de músicos, hablare de artistas, compositores y obras que me han influído a lo largo de mi vida. La palabra músicos se me antoja poco ambiciosa. Primero fue el Concierto de Violín de Mendelsshon. Después vino Pink Floyd, Yes y Camel. Más tarde Reinassance, Rick Wakeman, Barcelona Traction, el Concierto Nº 2 para Piano y Orquesta de Rachmaninov, la Rhapsody in Blue de Gershwin y la ‘Patética’ de Tchaikovsky y Billy Joel. Sobre todo Joel y su versatilidad para enfocar distintos tipos de música sin perder identidad. Continuo con John Denver, Cheap Trick, Peter Gabriel, Medina Azahara, Weather Report, Mike Oldfield. Luego viene un parón. Confusión y Movida Madrileña. Y la sinfonía Nº 3 de Brahms. Lito Vitale, Paul Winter, Ryuichi Sakamoto, Mahler, y así hasta Valentin Silvestrov, Giya Kancheli, Vahtang Kakhidze, Kurt Atterberg, Gerald Finzi, Michael Torke, Kenji Bunch o Carter Pann. No quiero parecer erudito, sino dar nombres que merecen ser escuchados para que los que no los conozcan los busquen y los escuchen.

4.- Cuéntanos algo sobre tu trayectoria musical.

Pues salvo el pánico escénico y la desilusión de ver que la música no es lo importante sino lo que vendes, sea lo que sea, aunque no sea música, no creo que tenga nada que merezca reseñar. Es decir el hecho de que la música haya formado parte de mi vida, no ha marcado una trayectoria musical, sino que me ha hecho refugiarme en la música. Mientras estudiaba en el conservatorio no me fijaba ninguna meta. Luego tras la explosión de música ligera en nuestro país, sentí que tenía algo que decir para cambiar ese estilo de música y con compañeros de la Academia Mirasierra, fundamos ETC que luego tras inaugurar la sala El Jardín, pasó a llamarse Farenheit 451. Hay una anécdota. Dejó de llamarse ETC porque el mismo día del estreno en El Jardín, antes de que comenzase el concierto, se presentó un abogado para decir que el nombre estaba registrado. Lo cambiamos al de Farenheit 451, pero le hicimos perder una hache para que fuese diferente. Luego hemos visto que hay mucha gente que lo escribe sin esa hache. Aunque estoy totalmente seguro que no es culpa nuestra. Hacíamos un pop británico cercano al de The Motors con toques de Lovin’ Spoonful que luego fue evolucionando a algo mezcla de todo ello y, en cierto modo, fuimos precursores de un estilo similar al de Ultravox pero antes. Demasiados cambios para el estilo de música que la gente prefería. Más tarde colaboré con Manolo Mané y Carlos Rodriguez junto con Oscar Bergón con quien estuve en F451, pero la cosa no terminó de cuajar y ellos formaron posteriormente LOLA y nosotros Detrás del Espejo junto a Mario de Benito. Para seguir en la música, me ví obligado a dar clases de piano con el que pagar mis fines de semana y un sintetizador Korg PolySix.


Simultánemente estudiaba Sonido e Imagen en la Escuela de Ingenieros Técnicos de Telecomunicación, estudios que fueron difíciles de compaginar con Detrás del Espejo. Allí tuvimos libertad de creación pero no de nombre. Pretendidos por muchas compañías como RCA, Ariola, Sony o Virgin, al final fueron ellos quienes nos convencieron y aceptaron lo que queríamos hacer. Pero nos cambiaron el nombre porque era difícil de pronunciar para los anglosajones y lo que iba a ser el título del álbum se convierte en el nombre del grupo y viceversa. Una mezcla de lo que sería casi a la vez Tears for Fears, Heaven 17 y Pet Shop Boys, pero antes que estos dos últimos. Sin embargo, en lugar de publicar como singles lo que nosotros queríamos, Vrigin hizo lo que ellos pensaban y dejé el grupo para integrarme en la docencia en la universidad donde había estudiado, mientras el disco sonaba por todos lados. No me lo perdonaron, yo tampoco. No dejé de componer, pero sólo daba cintas a mis amigos. Un día alguien me habló de Diálogos 3 diciendo que era muy similar a lo que yo hacía y decidí enviar una cinta de casete.Y fue radiada en un programa que no se prestaba a la música amateur. A partir de entonces, compaginé mi labor docente con la composición mientras estudiaba en la Universidad Pontificia de Salamanca la carrera técnica de informática, pero sin ánimo de publicar, sólo de compartir. Luego apareció en escena MP3.com y decidi compartir mi música. Empezó un sistema denominado Payback for Playback, que permitía que cobrases cada vez que se escuchaba tu música,y como ya había tenido experiencias en el shareware con ciertos programas que compartí a traves de Compuserve, decidí que mi música pudiese escucharse y descargarse líbremente pero no formar parte de ninguna actividad comercial. Años más tarde vinieron algunos “listos” y lo llamaron Creative Commons y aunque suene pretencioso, era lo que llevaba haciendo desde el año 1999 en MP3.com. solo que ellos sí permiten integrar la obra en un ámbito comercial y, por tanto, dejar ganar dinero a terceros con tu música. Por cierto, entre los terceros se encuentran ellos mismos. Es una pena que jueguen con las ilusiones de mucha gente para ganar ellos mismos dinero. Pero eso es otra historia y tiene que ver con los derechos de autor. Yo me dedicaba a donar lo que recibía a Médicos Sin Fronteras. 3.500 $ el primer años, el segundo, etc, hasta que me sugirieron darle una forma ortodoxa y crear una casa de discos, ya que más de un millón y medio de descargas empezaba a sonar raro con tanta donación. Así se creo el sello Non Profit Music. Ramón Trecet me sugirió que publicase el disco y gracias a un compañero mío de la escuela de “teleco”, Jorge Flo, me abrió las puertas de una distribución nacional. Si bien, la mayor parte de la gente que descargaba mi música era de Estados Unidos y de Japón y tenía una oferta para publicar allí. Luego me propusieron para los Grammy americanos como candidato y me dieron dos nominaciones en New Age en dos premios diferentes.


MedicusMundi se puso en contacto conmigo a través de Ramón Trecet y me propuso hacer un proyecto conjunto. Y así surgió un año de entrevistas a colaboradores de MedicusMundi que me transformó. El porqué lo hacían y la recompensa que buscaban, ninguna, era lo que les estimulaba a seguir adelante. Lo transformé en tres tríos para cuerda sin dobles notas. Con la misma idea que ellos tan humildemente me habían proporcionado. Pocas manos hacen mucho y dan calor, ternura, sensibilidad y reconfortan a quien nada tiene o nada tiene que perder o a quien va a perderlo todo. La idea era conseguir transmitir emoción con tres notas sonando a la vez. Sólo tres notas de tres instrumentos distintos. Mientras el dinero que iba ingresando y donando a Médicos Sin Fronteras era un dinero por el que tenía que pagar a Hacienda. Si bien lo donaba en su integridad, tenía que tributar por él y luego sólo podía desgravarme hasta el 15% siempre que lo que hubiese ganado al año como profesor e investigador en la Universidad me diese esa oportunidad. Resultado, Hacienda ingresaba más que Médicos Sin Fronteras. Pero yo no hacía música para que Hacienda recaudase fondos, y entre varios amigos y mi hermano me sugirieron crear una fundación. Así surgió la Fundación Non Profit Music. Para presentar la fundación en público decidí seleccionar un repertorio inusual en España y estuve buscando socios como la Fundación Juan March, la Fundación Telefónica, la Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción, pero nadie quiso participar. En unos casos por el repertorio, en otros por la duda de la proyección y en otros por que ellos tampoco tenían dinero. Así que sólo con los fondos que pude reunir se gestó el primer concierto. Me pusieron en contacto con un violinista que entonces parecía tener una proyección en España, si bien ya tenía suficiente prestigio, y que estaba dispuesto a continuar la labor de Gidon Kremer. Ara Malikian creyó en el proyecto desde el primer día y junto con él formamos la Non Profit Music Chamber Orchestra y Ara me pidió que siguiese componiendo. Estrenamos Come In de Martynov, un trío de Seväg, otro mío, hicimos conocido a Umebayashi y el disco editado por Warner Music y con música contemporánea fue un éxito de ventas. Lo raro..., que era música de autores contemporáneos. Luego sigo gestando proyectos, intentando convencer a más músicos y directores de orquesta y colaborar con quienes podemos y creen en el proyecto. Sigo componiendo, pero a la vez he compaginado todo esto con los estudios de Ciencia e Historia de la Música en la Universidad de La Rioja o con el Máster de Creación e Interpretación Musical de la Universidad Rey Juan Carlos y el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid y ahora, me encuentro matriculado estudiando dirección de orquesta. No para ser director, sino para evitar cometer errores en la composición y hacer que mis obras puedan ser fácilmente dirigidas. Esta claro que quien abarca mucho poco aprieta. Y mi labor como escritor de música se está resintiendo, pero sigo.

5.- ¿Qué es Non Profit Music, y qué significa para tí?

Non Profit Music trata de emocionar a la gente, ayudar a la gente y difundir la música consonante contemporánea. Aunque cada vez tengo menos ayuda, pero sarna con gusto...Y para mí, significa la razón de componer.

6.- ¿En qué proyectos estás embarcado actualmente?

Estoy preparando un nuevo disco en el mismo sentido que We are the forthcoming past, take care of it. También estoy escribiendo un cuarteto de cuerdas con placas (vibráfono, marimba, xilófono...), un cuarteto con soprano, una obra para trío de clarinete, cello y piano, un concierto para soprano de coloratura y otro concierto para soprano y cantaor flamenco. Ya tengo muchos borradores e ideas claras, ahora sólo me falta tiempo para escribir. La idea es tenerlo todo para el año que viene, aunque puede que surjan cosas que me hagan frenar un poco.

7.- Recomiéndanos algún disco.

Pues no. Voy a recomendar obras. ¿Me lo permites? (por supuesto, Jorge)



- Kurt Atterberg - Värmlands Rhapsody, Op.36


- Gerald Finzi - Eclogue for Piano and Strings


- Kenji Bunch – Hardware Triple Concerto. 2º Movimiento


- Valentin Silvestrov – Silent Songs


- Federico Mompou – Damunt de tu Nomes les Fleurs


- Reinhold Gliere – Concerto for Coloratura Soprano 1º Movimiento


- Joe Hisaishi – The Rain


- Zeus Faber – Song of the Big Fish


- Patrick Cassidy – Aria de Deirdre of Sorrows


- Vicente Amigo – Tres Notas Para Decir Te Quiero


- Elena Kats-Chernin – Blue Rose para Violín y Piano

Para concluír, dos preciosas piezas clásicas. La primera, Four Sad Seasons Over Madrid, interpretada por la Orquesta de Cámara Non Profit Music y la soprano Susana Cordón. A continuación, Largo para violín y orquesta de cuerdas; ambas obras dirigidas por Ara Malikian.





Comentarios

  1. ¡¡Caramba!!. ¡Qué artista tan interesante nos dá a conocer Mr. Crow!. Desde luego es para quitarse el sombrero la ingente labor creativa de Jorge Grundman. Me ha emocionado la entrevista, pero la música me ha dejado fuera de combate. Son geniales, el personaje y su obra.
    Y siento náuseas, hasta decir basta, por el afan devorador de los recaudadores de impuestos. (Y otros añadidos).
    ¡¡Felicidades Jorge, por todo el talento que tienes y regalas!!. ¡¡Felicidades, Pablo por éste nuevo éxito de "Musica para el Búnker"!!.
    Un saludo cordial para todos los bunkeradictos. Mª Ángeles.

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  2. Un fantástico artista, vamos, como la copa de un pino... Me admiro del talento que este país puede llegar a albergar, jejeje. Enhorabuena a Mr. Crow por habernos hecho descubrir a un genio como este. Tears at Bedtime me ha emocionado mucho, especialmente. De las obras recomendadas me chifla The Rain, tiene mucho sentimiento.
    De verdad, Jorge, que eres todo un hacha, no se te olvide nunca que tienes la capacidad de emocionar a la gente. Esa sensibilidad no puede decirse que la tenga todo el mundo, ¡explótala!
    Un saludo a todos!!
    Irene.

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  3. Sólo decir que un se siente empequeñecido ante tantísimo talento y tal desborde de capacidades musicales, pero mucho más cuando estas se dirigen a emocionar y ayudar al que más lo necesita.

    Desde aquí, una respetuosísima reverencia, caballero.

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  4. Pues sí, teneis toda la razón, es un gran artista... con una visión muy bonita de lo que es la música, y de los fines que tiene.

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  5. Me parece fenomenal que através del Búnker nos acerquemos a la vida de estos grandes compositores que, prácticamente, forman parte de nuestro patrimonio y que yo, por ejemplo, desconocía.
    Una carrera de vértigo de la Jorge Grundman, y una buena entrevista.
    Me quedo con estas palabras "...la desilusión de ver que la música no es lo importante sino lo que vendes, sea lo que sea, aunque no sea música..." Y esto no sólo se aplica a la música, sino que también es válido para la literatura, el cine u otras artes que ven eclipsado el brillo de su belleza por el dinero que sostiene su industria y que sacrifica la calidad en favor del beneficio.

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  6. Celebro que a través del Búnker descubrais artistas tan interesantes como Jorge Grundman. Creo que, además, sus palabras son muy honestas. En cuanto al arte y a la industria que lo rodea, en este punto podríamos llenar páginas y más páginas... La música - o el cine, o la literatura - siempre han sido un negocio, está claro, pero hace ya años la balanza parece haberse inclinado hacia el lado de los beneficios. Mi opinión es que eso nos lleva a dos cosas: primero, a la decadencia artística; segundo, a oscurecer a tantos grandes artistas que se mueven como pueden en este mundo... y por lo que veo, Germán, tu opinión es muy parecida.

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